El gobierno está dando muestras de su gran irresponsabilidad al permitirse mantener y alimentar un enfrentamiento abierto con quienes deberían ser unos de sus primeros aliados para salir de la crisis: los empresarios. Que la vicepresidenta Salgado se dedique a criticar a la CEOE, en vez de sentarse con ella a arreglar los problemas de nuestra economía, es la muestra de la incapacidad y la inutilidad del Gobierno de Zapatero.
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